domingo, 14 de septiembre de 2008

Recomendaciones

Publicadas en el libro Escribir en prensa

Guía que un reportero del Wall Street Journal propone a la hora de hacer una entrevista:

1.- Nunca comiences con preguntas duras. Mejor, rompe el hielo, explica quién eres, qué haces, por qué elegiste al sujeto. Un cumplido suele ayudar mucho.

2.- A menudo, la pregunta inicial debe ser abierta, de modo que le permita al entrevistado hablar de lo que más le guste. La cuestión es que la persona comience a hablar, se establezca el ambiente de plática, y el periodista pueda comenzar a descifrar la actitud que el entrevistado muestra hacia uno mismo y hacia el tema de la entrevista.

3.- Observa y escucha atentamente al sujeto para comprobar cómo reacciona. Usa esta información para decidir qué estilo adoptar: más serio, más al punto, más relajado, y así no dejar que el ritmo de la entrevista escape de tu control.

4.- Trata de estar atento a pistas que te sugieran preguntas o temas en los que no habías pensado. Sé flexible. Quizás el tema que habías elegido era el equivocado o, simplemente, segundario.

5.- Recuerda todo el tiempo que al acabar tienes que escribir una historia. Según escuchas, pregúntate: ¿cuál será la entrada?, ¿estoy entendiendo lo suficiente como para dejar claro cuál es el tema y poder apoyarlo con citas y documentación?, ¿tengo suficiente información para relatar coherentemente la anécdota que acaba de contarme?

6.- No renuncies a hacer preguntas embarazosas. Tras un acercamiento preliminar al asunto, más amable, hazlas.

7.- No tengas miedo de hacer preguntas ingenuas. El entrevistado siempre va a comprender que no lo sabes todo. Por mucho que te hayas preparado, siempre quedan cosas de las que uno no pudo enterarse.

8.- Acostumbra a hacer preguntas del tipo ¿qué quiere decir con esto?, ¿por qué eso? que ayudan a que el sujeto no deje de hablar, evitando silencios embarazosos.

9.- A veces es útil cambiar el ritmo de la entrevista alejándote de temas sensibles, apartando el cuaderno o la grabadora y mostrando profundo interés por una irrelevancia. Eso sí, asegúrate de volver luego al tema importante. En otras ocasiones, una pausa repentina tiene un buen efecto. Cuando el entrevistado acaba de hacer una afirmación, quédate mirándolo, quizás con una leve sonrisa. A menudo se pondrá nervioso y acabará soltando algo interesante.

10.- Ocasionalmente obtienes tu mejor cita o descripción cuando el sujeto piensa que la entrevista ha terminado. Cuando ve que cierras el block y te despides, se relaja y a menudo sale con alguna declaración sorprendente. No bajes la guardia hasta que cierre la puerta.

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